jueves, 13 de octubre de 2011

Pensándolo bien.....(XVI)






Los Originarios (IV)












4- Aquí están, estos son...¿Son poquitos o un montón?

Hemos revoloteado por todo el continente para presentar una visión de conjunto del tema.
A partir de ahora nos centraremos mas en el aspecto nacional, aunque inevitablemente recurriremos a ejemplos o casos de otras áreas del continente.
Estamos hablando de los originarios desde hace un tiempo y parece aconsejable definir ahora cuantos son antes de continuar.
Y claro, como pasa en la vida con muchas cosas, creemos tenerlo todo claro hasta que entran a tallar los estudiosos, los analistas y los especialistas... ¡Y nos complican la vida!
Así es que los etnólogos y sociólogos buscaron definir los criterios para considerar a cada grupo de habitantes acreedor del título de "originario hecho y derecho " que los identifique.
Y definen unos cinco criterios posibles para asignar ese título:
1-Biológico. Parece el apropiado, porque si bien hay multitud de etnias a muchos nos parece claro cuales son los indios. Bueno, no, los especialistas consideran que ha habido tal mezcla y entrecruzamiento entre los grupos aborígenes (como hemos visto, tradicionalmente se llevó a cabo mediante el procedimiento cultural originario de aplicar a otros unos buenos garrotazos, esclavizar a los hombres y apropiarse de las mujeres) que invalida este criterio.
2-Rasgos culturales. También suena como claro, pero no.
Algunos lo critican como clasificatorio debido a que los rasgos culturales no son estáticos, han experimentado y continúan experimentando cambios con el transcurso del tiempo, algunos por el garrotazo aborígen, otros por el sablazo español y otros por copia de las culturas modernas (con perdón de la palabra) cirscunstancias a las que denominan "relación social desigual"
3-Lengua. Esta característica no resiste la crítica: Algunos grupos de población hablan lenguas consideradas indias y sin embargo o perdieron su lengua ancestral y adoptaron otra o no son indios (como sucede en el Paraguay con el guaraní).
Otros grupos de población son indios, o eso parece, pero no siempre hablan una lengua que se supone les pertenece, por las mismas razones señaladas antes para los demás rasgos culturales.
4-Etnocéntrico. Intenta definir al originario por los atributos faltantes: Estado, escritura, dominio de tecnologías. A este método lo rechazan por etnocéntrico europeizante (Barth). No se hable mas.
5-Son indios los que se sienten indios. Este criterio es aparentemente el mas aceptado, influenciado también por Barth, etnólogo que aparenta estar de moda
Es interesante que todos los sistemas y categorías menos la 5 son europeizantes según los antieuropeizantes para fundamentar lo cual utilizan ciencias y desarrollos modernos, o sea malditamente europeizantes. Vienen a ser como los que despotrican contra la maldita cultura occidental a través de internet (que no es precisamente un desarrollo Mapuche ni Totonaca).
La categoría 5 en cambio es la única valedera, pero impracticable juridicamente si no cumple con las 4 anteriores o alguna de ellas en forma total o parcial.
La única no europeizante no resiste el análisis; yo puedo declararme indio de la etnia sesentaiochoycontando y no está sujeto a crítica ¡Cosa de loco!
Sin embargo, sucede. He leído como supuestos etnólogos progresistas impulsan, es decir elaboran, imprimen o inyectan en pobladores agrarios de Santiago del Estero la asunción de su categoría de Tonocotes, la que no tienen o no han conservado naturalmente.
Leía a un etnólogo que dice "Es necesario ser conscientes de los problemas que conlleva el criterio de auto adscripción en la implementación de la pregunta sobre pertenencia y descendencia indígena de las personas y los hogares. Así por ejemplo, si se cruzan los datos numéricos de la población que se reconoce indígena con nacionalidad de origen tenemos un número importante de registros de personas que se reconocen indígenas nacidos en España, Italia, y números menores en muchos otros países del mundo, lo cual es un absurdo. Podría tenerse en cuenta la población inmigrante de países vecinos que se reconoce indígena como el caso de Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, Perú y Uruguay." H.H.Trinchero
Bueno. Así que vaya uno a saber cuales son y cuantos son los originarios.
Habrá que aceptar las cifras del INDEC, a no ser que surja alguno que diga que Moreno intenta ocultar el aumento de los indios.
Reproduzco ahora los datos de la ECPI ,Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas , INDEC 2004-2005 y observaciones que ya publicara aquí.
Unos 600000 habitantes se reconocen indígenas, alrededor del 1,5 % de la población.
Solo unos 179000 viven en comunidades, el resto está integrado. Estos datos indican que solamente alrededor de un tercio de los indígenas mantiene los hábitos tribales
La cantidad de individuos de mas de 5 años que habla en el hogar la lengua materna es de alrededor de 55000 habitantes ( o sea alrededor del 9 % del total) .
Mas de la mitad de la población argentina tiene mestizaje con aborígenes. Muchísimos o bien lo desconocen o bien prefieren fingir que lo ignoran.
Unas 60 etnias han desaparecido, integrándose los habitantes por mestizaje a la comunidad argentina.
Debido a las diferentes formas de considerar la pertenencia ha habido resultados bastante diferentes en otros censos, llegando a contabilizarse en el 2001 un total de 1.117.746 habitantes indígenas y de ellos 916.005 que fueron catalogados como integrantes de la población urbana (es decir, un 81,9 % del total).
Estas cifras (porcentaje urbanizado y porcentaje tribalizado) son importantes referencias para apreciar en que medida el inevitable y deseable proceso de integración a la cultura moderna está avanzando en la población indígena, esto a pesar que saltan a la vista diferencias entre ambas mediciones que obligan a tomarlas con cierta prevención.
Bueno. Paramos aquí.
Un lonkomeo y volvemos

Pd: Lonkomeo. Danza mapuche, o Araucana ¡no voy a bailar un minué eurocéntrico!

Y ahora que dije Lonkomeo, vaya como divertimento un relato verídico de la interacción cultural entre la maldita civilización moderna y las sabias culturas aborígenes:
Hace algunas décadas yo trabajaba en Mina Angela, en Chubut, y sufríamos periodicamente la escasez de agua requerida para el procesado del mineral, ya que dependíamos de tres fuentes: la infiltración de aguas en las labores subterráneas, la escasa corriente que entregaba el mallín y el agua reciclada del dique de colas o desechos de proceso.
Usualmente deteníamos una de las líneas de molienda hasta pasar la situación de stress hídrico (dirían ahora).
Pero ese año la falta de lluvias -siempre escasas en la zona- y de nevadas en su época, tornaban la situación mas grave que de costumbre.
Así que los profesionales modernos, occidentales, instruídos y cultos que conformaban la dirección del yacimiento decidieron acudir a un chaman o sacerdote mapuche de ya no recuerdo que paraje.
El citado profesional originario tenía una muy conocida reputación como interlocutor con los dioses y allá fueron a pedirle que hiciera una rogativa para hacer llover.
Dada la interacción cultural que inevitablemente va transformando las culturas ancestrales, el chaman fijó un precio por su mística labor en pedestre moneda occidental, el que le fué abonado.
Eso sí, el hombre les advirtió que no podía hacerse responsable si la cantidad de lluvia producida resultaba excesiva, porque al parecer era como el aprendiz de brujo del cuento, que desataba fuerzas que era incapaz de controlar.
Hecho el acuerdo hizo el Nguillatun o ceremonia rogativa, comunicándose con los dioses (al parecer tienen varios, es preferible tener repuesto por si las moscas), acompañándose con el batir del Kultrun o tambor mapuche (parece que en mapuche todo termina con un o con eo) y agitando la cabeza en la figura conocida como Lonkomeo, a cuya finalización nuestros directivos pegaron la vuelta a la mina con sus esperanzas renovadas.
Aclaro que yo no asistí porque soy un poquitito ateo, así que lo que refiero es lo que me contaron.
Por supuesto no llovió una mierda.

4 comentarios:

guido dijo...

Buenas Don 68, con plena conciencia de mi eventual insoportabilidad y ya a asumiendo que estoy a tiro de baneo (ya que he renunciado a la utopía de un "vea, gracias por pasar, no comparto pero suma, juira" o un "se agradecen comentarios") paso a comentar su post.

El problema de 1),2),3) y 4) no es su carácter "europeizante" sino su inoperancia. En 1) y 3) usted ha señalado claramente porqué (le agrego a lo que dice la mezcla biológica con africanos y europeos). Con 2) existe el mismo problema, al igual que los genes, que sabemos desde Mendel que no varían intergeneracionalmente de manera concomitante, los rasgos culturales se difunden más o menos como pueden, traspansando fronteras de todo tipo y sin rupturas tales que nos permitan marcar fronteras claras. No nos volvemos alemanes por comer hamburguesas. Cualquiera sea el conjunto de rasgos que tomemos para determinar que un grupo de personas constituye "una" cultura o un pueblo va a ser siempre arbitrario. Desde Linneo para acá se han intentado decenas de sistemas de clasificación, basados en criterios de todo tipo y siempre ha resultado que al interior de las unidades propuestas la heterogeneidad con relación a cualquier rasgo es mayor que la que distinga la unidad de marras de otra cercana, de la cual, por cierto, es difícil establecer una frontera adecuada. Algo parecido pasa en la biología, donde la similar imposibilidad de identificar criterios objetivos para definir taxones por debajo de la especie (hay dos especies donde no puede haber cruzamiento con descendencia fértil) ha llevado a inventar el concepto de población biológica, grupo de individuos relativamente emparentados (aunque no exclusivamente) definidos por el observador como parte de un interés específico, sin que pueda ser considerada ésta una unidad natural. Con "cultura" pasa algo parecido: "una" cultura es un constructo ideal, que toma algunos rasgos arbitrariamente para definir una unidad discreta donde el despliegue de lo real muestra diversos gradientes de continuidad.

Sin embargo, los criollos y los paisanos (indios) de, por ejemplo, Pampa del Infierno, tienen claro quien es uno y quien es otro aunque un observador que desee guiarse por datos objetivos no va a encontrar fácilmente aquellos rasgos en los que supuestamente se cifraría su diferencia.

Es ante esto que viene a cuento 5). La propuesta de Barth, que de algún modo resumió a fines de los 60 la discusión al interior de la etnología sobre la dificultad evidente de definir claramente que es una cultura, cuales son sus límites, y cuales son los rasgos objetivos que deberían tenerse en cuenta. No sirve la lengua, no sirve el modo de producción, no sirve la religión, no sirve la forma de vestirse, etc.: todos estos aspectos pueden variar sin que la diferencia étnica desaparezca, e incluso puede aumentar. Es el caso de la trágica historia europea, la tirria contra los judíos fue mayor cuando más indistinguibles fueron en sus costumbres de los polacos o alemanes, incluyendo el abandono de la religión. La adopción y difusión de prácticas culturales no solo no termina con la diferencia étnica, muchas veces la refuerza y hasta la inventa donde no la había.

(sigue)

guido dijo...

No es que me esté yendo por las ramas, Barth nunca vió un indio de cerca. Sus trabajos de campo fueron en Swat, un estado paquistaní de habla pashtún, allí donde mataron a Osama, vea. Su planteo es más general y propone una forma de entender las diferencias culturales capaz de eludir las inconsistencias entre las taxonomías culturales y la realidad que buscan expresar de forma imperfecta.

Como decía, sin embargo, los indios existen, o eso dicen ellos y, igualmente importante (entiendo que se le pasó cuando leyó el texto de Trinchero) las personas con las que interactúan dicen que existen. La condición de indio (y la de criollo) es el resultado de la relación entre dos o más grupos que producen etnicidad al interactuar conflictivamente. Si no hay conflicto, la etnía desaparece y se funde en otra. Es el caso de los negros africanos argentos, fundidos entre los "negros" (mestizos e indios) tal como nosotros los definimos. Si por el contrario, el conflicto (por lo que sea) existe, puede producirse la aparición de un nuevo grupo étnico, definido a partir de ese conflicto, a veces ideologizando un rasgo cultural que antes era juzgado irrelevante.

Pero son esos dos aspectos, la autoadscripción y la adscripcción por terceros los que definen una etnicidad, cualquiera que ella sea. No la simple autoadscripción (ni la sola imputación de otros).

Entendido en este sentido, las variantes en las mediciones son lógicas: no se trata de contabilizar entidades objetivas sino relaciones sociales cambiantes y variables.

En particular, en la Argentina, relaciones sociales entre grupos que son deudoras de un proceso de homogeneización (escuela, colimba, etc.) indudablemente exitoso, que tuvo como resultado no solo que descendientes de indios no se consideren tales sino que, también, sean pocos los descendientes de tanos a los que les importe más de tres belines el dialecto podrido que hablaban sus choznos.

Por último y ya me voy, la urbanización no implica una mayor integración, puede ocurrir lo contrario, en la medida que esa diferencia se exprese en conflictos con sus vecinos no-indios (barrios tobas en Resistencia o Rosario) y la vida en la comunidad tradicional puede derivar en integraciones bastante exitosas (centros de esquí manejados por mapuches, con buenos niveles de escolarización, participación política en distintos partidos, etc.).

Sea como sea ¿Le parce que un % de la población que en ningún caso supera el 5% puede ser objeto de temor de disolución nacional vía las fuerzas demoníacas de ONG´s gringas?

Vladimir dijo...

Hola! Respecto de chamanes y otras yerbas paso a contar una anécdota. Una estudiante de Historia, aquí en la Universidad del Comahue, digamos Natalia,militante de una agrupación medio anarcoide que manejaba el Centro de Estudiantes, quilombera para el tema de las acreditaciones (imposiciones del Imperio via el kirchnerismo, que era igual al menemismo, etc.) Aparte de todo esto una ultra ewcologista y admiradora de los pueblos originarios y de su cultura milenaria. Recibida se fue a Ecuador a vender artesanías (recontra sic). Pero antes pasó por Bolivia y en el primer pueblo de ese país fronterizo con Argentina la muchacha de marras sufrió de incontinencias estomacales severas, estimo causado por algún morfi en mal estado. A los gritos pedía médico, pero los del lugar le informaron que no lo había pero que sí la podía atender el chamán quien le recetaría yuyos varios y hierbas mágicas y misteriosas. La quía puso el grito en el cielo: no iba a dejar que la matara alguien por no ser médico. Le preguntaron azorado algunos lugareños qué cartzo quería entonces. A lo que ella respondió: quiero medicina occidental (sic, recontra sic). Y volvió para la Argentina, estropeda y todo. Después siguió el viaje una vez recupaerada. Como verá en situaciones límites dales a elegir a estos militantes entre antibióticos, tomografías o las pócimas de algún chamán o brujo y no van a tener dudas. Es que serán ecologistas, devotos de la Pachamama y la sabiduría ancestral pero no confundamos. Para nada son boludos. Salu2!

Anónimo dijo...

Por eso yo insisto en el concepto de "moda" Vladimir,es una moda que como todas pasará,a algunos(algunas en este escatológico caso) se les pasa antes y a otros después.Pero a no ser tan optimistas,otra moda, probablemente mas irracional e inconducente que la caída en desgracia llegará en su reemplazo mas temprano que tarde, porque siempre habrá un gran porcentaje de gente que quiere estar a la moda.
68: "Y si no me tienen fe".
Saludos.