lunes, 30 de noviembre de 2009

Me salió un versito (IV)

San Antonio Oeste

Recuerdo la tarde pintando la ría,
los ojos ingénuos de un lobo marino
y un barco pesquero posado en el lecho
como descansando su cuerpo amarillo.

Recuerdo en las noches como me llamaba
el mar, con voz ronca, detrás de las dunas,
y alamos mimbrosos como bailarinas
danzaban bañados por la luz de luna.

La luna, trazando su surco de plata
sobre el negro cuenco de insondables aguas,
hasta que el sol nuevo derramaba cobre
sobre el golfo enorme, de azul y de grana.

El mar se ponía collares de espuma
para visitarnos, lamiendo la playa,
dejando presentes de algas olorosas,
caracoles blancos, cangrejos y rayas.

Pensar, San Antonio, que yo no te quise
y hoy sueño volverme para allá algún día
y junto a tus aguas, pisando tu arena,
esperar que leve se pase la vida.

Quizás nunca pueda volver a pasearme
a la sombra fresca del acantilado,
mirando las aguas que en el horizonte
se vuelcan al cielo, de plomo azulado.

Pero en el recuerdo vuelvo siempre a verte
y escucho el murmullo de genio encantado,
conque por las noches, detrás de las dunas,
el mar me pedía que fuera a su lado....

sábado, 28 de noviembre de 2009

Me salió un versito (III)

Sigo sin ideas (en realidad las tengo, pero algunas no las considero un aporte suficientemente útil y otras- referidas a temas de ecología- me acarrearían críticas y hasta puteadas de gente que creo en general de ideas próximas).
Así que aquí va otro verso. Y sí, como sospecharán, viví en Jujuy. Fué hace tanto que no sé si amo a Jujuy o a mis recuerdos. Sea como sea, aquí va...}}

Oda a San Salvador de Jujuy

Hachazo tremendo que dios le hizo al Ande
para que pasaran los conquistadores
a robarse el oro, y vestir la tierra
con caña y perfume de verdes limones.

Garganta por donde las deidades indias
vuelcan sordos gritos cuando llega el viento,
que trae en el polvo, desde Tiahuanaco,
del vencido Inca su eterno lamento.

Cuando te florecen los jacarandáes,
cuando en rojas gotas te estallan los ceibos,
se te cubre el verde con la sangre india
que renace siempre de tu tibio suelo.

Te abrazan dos ríos, como si quisieran
retenerte siempre, salvada del tiempo;
torrentoso, el Grande te deja en la enagüa
arenas talladas del alto silencio.

Y con sigilosa cadencia felina
viaja el Xibi-Xibi recortando cerros,
lamiendo en las piedras el diezmo perenne
que desde los bajos reclama el Bermejo.

Desde las alturas, el Chañi te mira
con gesto imponente de guardián sereno,
que sabe, que ha visto que no te destruyen,
habiéndote hollado, tan fieros ejércitos.

Entre la penumbra de tus cuatro siglos
duermen su fatiga fantasmas guerreros
y en las espesuras de tu falda verde
en palo borracho florecen tus sueños.

Fantasmas de indios, de godos salvajes,
de fieros caciques, de bravos gallegos,
de heróicos mulatos, de turcos, de frailes
y de danzarines esclavos libertos.

Tu a todos acunas entre tu regazo
de gran madre verde, mientras pasa el tiempo,
y eres algo india, y eres algo hispana,
y eres algo gringa por cuidar sus sueños.

Les murmuras sones de peña y de agua,
de pájaro y bosque, de llovizna y viento
para que se queden, para que sus hijos
te adornen con flores el vestido viejo.

Y será por eso que los que nos vamos
-porque somos hojas que van donde el viento-
te sentimos madre, nos sentimos siempre
un poco Jujeños, como yo me siento.

martes, 24 de noviembre de 2009

Me salió un versito (II)

Tengo en maceración algunos artículos que harán las delicias de mis visitantes.¡Eh, no se vayan, vengan, lo juro, no me dejen solo!
Mientras mis cansadas neuronas procesan esos artículos, les dejo otro versito al precio de uno, si iaman ia


Tiahuanaco

Tiahuanaco está allá, yo la recuerdo
en el desierto aquel, cerca del cielo,
muriendo lentamente, arrebujada
entre el polvo amarillo y el silencio.

Estaba allí cuando avanzaba el moro
sobre la inculta tierra castellana
y eran godos los godos todavía
cuando su piedra en esplendor se alzaba.

Estuvo cuando el Inca y allí estaba
cuando vió brillar yelmos la llanura,
su grandeza caída, desafiante,
acongojando aún desde su altura.

Los que alzaron al sol tamañas formas
como diciendo a todos ¡Aquí estamos!
¿Habrán sido tal cual los imagino?
¿Me habrán ellos tal vez imaginado?

¿Donde fueron?.¿Porqué?.¿Donde quedaron
sus amarillos fémures quebrados,
sus mandíbulas rotas, sus falanges,
sus innúmeros cráneos descarnados?

¡Vano intento el del hombre que soñara
el soberbio perfil Tihuanacota!
La soberbia de un rey, supuesto eterno,
cuyo nombre olvidó la piedra rota!

Tengo uno de "los zapatitos me aprietan, la media...", pero mejor lo dejo para otra vez.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Me salió un versito (I)

Bueno, hoy me inicio en este negocio.Mientras averiguo la forma de transformarlo en un imperio como el de mi colega Ernestina les pongo un poema.


América

No revivirá Uxmal, mucho me temo
ni volverá Copán de los senderos
donde guardan azules papagayos
las huellas de granito del Imperio.

No surgirá Tenotchitlán del barro
donde el tiempo y el Godo la sumieron,
y solo bailarán las mariposas
donde danzaron antes los guerreros.

Quizá cuando al fragor siguió el silencio,
cuando se apropió el mono de lo humano,
murió por fin en un altar de piedra
el formidable sueño Americano.

Sueño de jade y sangre, congelado
en el fechado oscuro de una estela
rota por la raíz de los Ocotes,
comida por las lluvias y la niebla.

América está allí, yo la imagino
entre orquídeas, tendida en las murallas,
tan grande aún que aquellos que vencieron
se acercan en silencio a contemplarla.

Dos veces murió América, dos veces
fueron precisas para hacerla nada;
contra la dura roca, pudo el tiempo;
contra el hombre, feroz pudo la espada.

¿tá lindo no? Entre los que digan que sí se sorteará un plan jefes y jefas de hogar (debo aclarar que soy un asqueroso vendido al kirschnerismo, hasta que surja algo mejor)