martes, 22 de diciembre de 2015

El blog ha muerto, ¡viva el blog!


Ha terminado La Década Ganada. Comienza La De Cada Cagada.
Y se produjo el sinceramiento (al que algunos ignorantes lo llaman devaluación).
Así que es hora de renovarme, de sincerar mi seudónimo, que bautizé 68 y contando hace 6 años.
A partir de ahora me sinceraré y comenzaré a llamarme 74 y contando (no sé qué haré dentro de un año, pero siguiendo la corriente que inauguró la mayoría de mis queridos conciudadanos, tomo las decisiones al voleo y más adelante veré porqué las tomé….. o mejor no, qué sé yo.
Y es hora entonces de que muera mi blog, que no era K, como sabrán quienes lo leyeron, pero era casi K.
La era K terminó. Mi blog termina también. Hasta en eso sigo siendo casi K.
Dijo Marx "todo aquello que nace merece perecer". También dijo un montón más de pelotudeces que seguí la mayor parte de mi vida.Pero lo cierto es que éste blog merece perecer.
Claro que en ocasiones siguiendo la costumbre monárquica, se muere uno pero ipso facto ponemos otro (aquello de “¡El Rey ha muerto, viva el Rey!” o "a Rey muerto Rey puesto") porque la boludez humana es infinita, sigue al dorso y tiene anexos.
Y es así que a partir de mañana… o de pasado... o en enero, o en algún momento, qué sé yo, verá la luz ¿Qué dice este coso?, mi nuevo blog de la era M…(que casualidad; Menem, Macri y Mierda empiezan con M ¿vieron? ¿Será un mensaje Masónico, será un mensaje Iluminati o sólo será otra de mis habituales pelotudeces?)

No desfallezcan ¡volveré a los semillones!

El Blog ha muerto, ¡viva el Blog!

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Conciudadanos: Nos introduciremos nuevamente a partir de mañana en el adorable mundo de la libertad de mercado, las relaciones carnales y la ortodoxia económica.
La mitad mas una pendejésima de mis conciudadanos decidió esto. Los Garcap culopaspado, el mediopelo culitopaspado, los que tanto en los sectores altos como en los bajos viven al borde de la delincuencia siempre especulando, evadiendo, ventajeando y despreciando a los que la llevan mal seguramente estarán de parabienes.
Otros integrantes de esa mitad, algunos conducidos por el manejo mental producido por los medios, otros porque son boludos consuetudinarios, volverán en unos años con lo de "piquete y cacerola, la lucha es una sola".Para entonces esos y nosotros, los que apoyamos y le debemos tanto al período K estaremos de nuevo con el país endeudado y el culo roto.
Así que desde ya les aviso: nuestro lema será "piquete y cacerola, no me rompan las bolas".O: "Cacerola, soy piquete ¿Cómo te quedó el..?" no, mejor eso no.

A la mitad (casi) que al igual que yo votó contra lo que viene sólo quiero que le quede bien en claro que

lunes, 7 de diciembre de 2015

Algo



Por supuesto sigo sin ánimo.Y seguiré así calculo que 4 o quizás 8 años, dios y el fran no lo permitan.Pero supongo que puedo ayudar si publico algo que diga alguno sobre algo y que contribuya algo sobre algún tema que interesa a algunos.¿Se entendió algo?



“En el BCRA hay 7000 millones de dólares”

Por Andrés Asiain

En recientes declaraciones a la prensa, el futuro ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, estimó que las reservas del Banco Central “deben ser casi cinco veces menos de los 25.000 millones que reporta la autoridad monetaria”. Al respecto detalló que “están los yuanes de China y otros pasivos que tiene el Banco Central. Cuando vos hacés la resta, la verdad es que el número es muy bajito: debe andar por los 6000 o 7000 millones de dólares”. La posición del ex JP Morgan es coincidente con la que vienen publicitando una serie de analistas en los medios de prensa, instalando definiciones sui generis que hablan de reservas “reales”, “netas” o “líquidas” construyendo el mito de que casi no hay reservas internacionales y sus números están dibujados por la autoridad monetaria.

Vale aclarar que la definición de reservas internacionales que utiliza el BCRA no es una originalidad de Vanoli. Sino que responde a la definición que realiza el quinto manual del balance de pagos del FMI, y aplican casi todos los países. Considera como reservas a “los activos externos que están a disposición inmediata y bajo el control de las autoridades monetarias”. Es decir, las monedas extranjeras y títulos nominados en ellas que el Banco Central detenta como reservas independientemente de quien sea el propietario y de las deudas que puedan existir.

Al respecto, una de las originalidades de los analistas ortodoxos ha sido restar a las reservas el swap con China bajo la excusa de ser una cuasi deuda de corto plazo del BCRA. Sin embargo, si se eligiera esa opción, habría que restar también los créditos de corto plazo del sector privado y del público. Ya que, al igual que con el swap chino, esas obligaciones también deben ser canceladas con las reservas del BCRA si no se renuevan. Pero si se aplicara ese criterio, países con las reservas más elevadas del mundo, como Brasil, verían repentinamente como sus reservas “reales”, “netas” y “líquidas” serían la mitad de las que publican sus autoridades monetarias, ya que sus deudas a corto plazo de su sector público y privado equivalen aproximadamente a la mitad de sus reservas internacionales.

Semejante absurdo que nace de una doble confusión, por un lado, pensar que los pagos de deudas de corto plazo deben cancelarse con reservas, cuando los mismos pueden afrontarse por una renovación de créditos, toma de nueva deuda o ingreso de divisas por exportaciones. Por otro lado, pensar que si no se obtienen divisas suficientes mediante esos recursos, sólo las deudas en divisas del BCRA deben afrontarse con las reservas. Cuando en realidad, las reservas deben cubrir el déficit externo total de la economía, y no exclusivamente el del BCRA.

Descartando definiciones fantasiosas, el nivel actual de reservas no es muy diferente del de febrero y marzo de 2014, cuando se ubicaban entre los 27 y 28 mil millones de dólares, y muy superior al que encontró Néstor Kirchner al asumir, que apenas alcanzaba los 11 mil millones de dólares. Ello no significa minimizar el problema de escasez de dólares, sino tan sólo señalar que no es diferente al que viene administrando el gobierno saliente. Por eso, más que abrir el paraguas con fantasiosos cálculos de reservas “reales”, “netas” o “líquidas”, las autoridades entrantes deben mostrar a la sociedad que tienen propuestas para enfrentar los problemas de la economía. Y que la variable de ajuste no sea los elevados niveles de actividad económica, empleo, cobertura de la seguridad social, salarios, jubilaciones y desendeudamiento externo que heredan las nuevas autoridades.

@AndresAsiain

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/48-8996-2015-12-07.html

sábado, 5 de diciembre de 2015

Digo yo, o mejor, dice Cufré


















Como lo habrán notado las masas multitudinarias que siguen este blog (o sea mi familia) no estoy inspirado para publicar nada. No sé si me espantan más los elegidos por nuestro sabio pueblo o los comentarios de los compañeros peronistas que constituyen el cuerpo central alrededor del cual revoloteamos otros, planteando la genial estrategia del "amuchamiento" (porque ya se sabe,"peronistas somos todos") con Ortodebuey, Mauricio Closs, Massa, que se yo, no plantean unirlo a Lopez Rega porque se murió el compañero, que pena.
Pero bueno. Hoy Cufré publicó este artículo que consideré útil poner por si alguno no lo leyó. Y ahora disculpen, me voy a comprar globos antes de que aumenten

Crisis
Por David Cufré

La ficción de que la economía atraviesa una crisis choca a diario con indicadores que demuestran lo contrario. Sólo esta semana se conoció que el nivel de actividad de la construcción acumula un crecimiento de 7,1 por ciento en lo que va del año, que el empleo en el sector aumentó el último trimestre hasta sus máximos históricos –se crearon más de 30 mil puestos formales respecto de un año atrás, hasta 445 mil– y que las ventas de cemento son record. En el ámbito fabril, más de la mitad de los rubros industriales registran subas, casualmente los que guardan relación con el mercado interno, mientras sufren caídas los que dependen en mayor grado de las ventas al exterior. El mejor ejemplo son las terminales automotrices, que vieron derrapar sus exportaciones 52 por ciento el mes pasado, mientras la demanda local aumentó 27 por ciento. Las ventas de alimentos, indumentaria y electrodomésticos también van en alza, al igual que el consumo de servicios públicos. El sector rural obtuvo un record de 119 millones de toneladas la última cosecha, 11 por ciento más que la anterior y 23,7 por ciento de suba acumulada respecto de la campaña 2012/2013. Los niveles de morosidad bancaria son mínimos, y las empresas y las familias aparecen con escasos márgenes de endeudamiento. La desocupación es del 5,9 por ciento, la menor en 28 años. La cobertura previsional ronda el 97 por ciento. Si a eso se llama crisis es solo para generar las condiciones políticas que justifiquen un plan de ajuste y una devaluación, cuyas consecuencias sí serán dolorosas para la mayoría de la población.

Los indicadores de actividad, consumo y empleo nacionales contrastan con los de Brasil, adonde la economía cayó en el tercer trimestre un dramático 4,5 por ciento y la desocupación acelera su marcha hacia los dos dígitos. Son los peores registros en 80 años. La crisis allí ha ido escalando a medida que se profundizaron las medidas que el nuevo gobierno planea instrumentar aquí a partir del 11 de diciembre: devaluación, contracción del gasto público y desregulación financiera. Los primeros efectos de ese plan están a la vista. Los precios de casi todos los rubros pegaron un salto desde que Alfonso Prat-Gay, futuro ministro de Hacienda y Finanzas, anunció a principios de noviembre que el dólar oficial subiría con la eliminación de las restricciones a la compra de moneda extranjera. Mauricio Macri habló de un dólar a 15 pesos y marcó las expectativas de devaluación. El resultado fue que el índice de precios de noviembre trepó a su nivel más alto del año, 2,9 por ciento según la consultora de Miguel Bein, quebrando una tendencia de más de seis meses de desaceleración de la inflación. Para diciembre, las proyecciones de distintas consultoras neoliberales la sitúan en torno del 5 por ciento. La estanflación de la que vienen hablando esos economistas hace años finalmente se convertiría en realidad, gracias a las políticas de Cambiemos.

El argumento de que la economía no crece hace cuatro años y no genera empleo también es inexacto y persigue el mismo objetivo publicitario de acumular consenso social para un cambio de modelo económico. De acuerdo a las estimaciones del Estudio Bein, en 2011 la economía creció 7,0 por ciento, en 2012 avanzó 0,8, en 2013, 2,9 por ciento, en 2014 cayó 2,5 y este año subiría 1,5 por ciento. Según la consultora de Orlando Ferreres, de extracción neoliberal, en 2011 el PIB subió 5,8, en 2012 bajó 0,3, en 2013 creció 3,1, en 2014 retrocedió 2,6, y en lo que va de 2015, hasta octubre, la economía avanzó 1,4 por ciento, con tendencia ascendente. La curva que describen esas estimaciones es la de un serrucho, con alzas y bajas, luego de varios años de crecimiento a tasas chinas. De ningún modo dan cuenta de una situación de crisis, a pesar del agravamiento del contexto internacional por la reducción de los volúmenes de comercio y la caída de los precios de las materias primas. La evolución del resto de los países de la región es similar a la de Argentina, según explica la Cepal en sus informes anuales. En el mismo período, países europeos como Grecia, España, Irlanda, Italia o Portugal padecieron con mucha mayor crudeza ese mismo escenario de crisis internacional. El mérito de Argentina fue haber sobrellevado el temporal, aún presente, conservando la desocupación en niveles bajos, ampliando la cobertura social –más jubilaciones, nuevos planes como el Progresar y extensión de las asignaciones familiares– preservando su aparato productivo, sosteniendo el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones y achicando el volumen de endeudamiento estatal.

Además de instalar a través de los medios hegemónicos que la economía no crece hace cuatro años y no genera empleo, lo cual no es cierto, como se acaba de señalar en base a las estimaciones de dos consultoras privadas –una ligada a Scioli y la segunda afín al macrismo–, el otro engaño al que apelan los que preparan la devaluación y el ajuste es que el Banco Central no tiene reservas. Carlos Melconian, próximo presidente del Banco Nación, dijo en julio del año pasado que las reservas estaban “en cero” cuando se cerró el primer canje de monedas con China. En función de ello anticipaba para 2015 un año catastrófico, que no se cumplió. La solución que supuestamente prepara el equipo económico entrante es solicitar créditos a organismos internacionales y a países como Brasil y Estados Unidos, y luego emitir deuda en los mercados voluntarios. Esos préstamos sí serían contabilizados como reservas, mientras que los que pidió la actual conducción del BCRA, por ejemplo a China, son despreciados como pura fantasía. A propósito, para quienes decían que el yuan era una moneda de cuarta categoría, el FMI acaba de anunciar su incorporación a la canasta de referencia (DEG) junto al dólar, el euro, la libra y el yen a partir de octubre de 2016.

La economía argentina tiene desafíos por delante, como la restricción externa, que aparece como uno de los principales, pero no es lo mismo que se los encare con vocación de profundizar los logros de la última década, tanto en el plano productivo como de inclusión social y de redistribución del ingreso, que pasar a otro modelo que ponga en riesgo esas conquistas. La promesa de pobreza cero –un objetivo sin dudas ambicioso, con escasos o nulos antecedentes internacionales– parece difícil de alcanzar si lo primero que viene es un golpe al poder adquisitivo de salarios y jubilaciones con una megadevaluación, la eliminación de retenciones, la quita de subsidios y la apertura exportadora. La disminución de la inflación, otro de los compromisos del nuevo gobierno, arranca también en la dirección opuesta. Las primeras señales de Cambiemos recuerdan estrategias de los 90, cuando se impuso un escenario de disciplinamiento social en base a shocks inflacionarios y de desocupación, en ese orden. Es de esperar que la etapa que se inicia no termine como la Alianza anterior, porque las verdaderas crisis generan heridas en la mayoría.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-287613-2015-12-05.html