martes, 23 de febrero de 2010

Medio interesante (III)

2) La fase simio, antes del comienzo de la evolución hacia el homo
Feurbach, Marx, Engels, Weber, Jauretche, Sartre, etc, etc. se han quemado las pestañas intentando desentrañar las causas de las conductas sociales. Su error fué no tener cable. Si hubieran visto Discovery Chanel y Animal Planet, como yo, esas causales se les presentarían claramente con 4 programas sobre las conductas de los chimpancés. (Bueno, igual yo diría que les conviene leer lo que dijeron ellos, por las dudas).
Remito a mis lectores a "El mediopelo (IV)" para no repetir todo. Pero ahora lo enfocaremos en el mecanismo de aprendizaje.
En la fase de simio, durante millones de años (no me pregunten cuantos), el protohombre desarrolló el uso de herramientas, lo cual constituyó en opinión de muchos el antecedente necesario y la causa eficiente de su posterior evolución a hombre.Todavía no poseía lenguaje estructurado (aunque sí lenguaje elemental, con perdón de los naturalistas). Y adquirió el habito mas relevante, el que posibilitó en última instancia su progreso: La observación e imitación de las técnicas. Cuando un chimpancé utiliza una rama para atrapar termitas en el termitero (supongo que se llama así al hormiguero de termitas) o una piedra para partir nueces o huesos (el caracú crudo fué nuestro primer manjar alimenticio), sus hijos (si es mona) o los monos jovenes se le pegan al lado y observan atentos y embelesados cada operación, que luego repiten hasta que les sale igual.
Y esto se repitió una y otra vez a lo largo de esos no sé cuantos millones de años. El resultado es que hoy estamos genéticamente predispuestos a aceptar y seguir lo que entra por los ojos, el lenguaje de imágenes, que no requiere traducción ni interpretación alguna, solo memorización, y cuya eficacia nos hace aceptar intuitivamente que si lo vimos, es cierto.
Los humanos no provistos de una ideología (ideología es ni mas ni menos que un conjunto de ideas basadas en la experiencia vital que permiten interpretar fenómenos nuevos basados en lo deducido de los fenómenos viejos, los ya observados, los preconceptos), los no provistos de una ideología, decíamos, tenderán en consecuencia a actuar como chimpances, es decir como ingenuos, aceptando lo nuevo, primero según sus instintos primitivos (la fase(1) que comentamos antes) y luego según lo captado a través del lenguaje de imágenes (la fase (2) ).
Y en el mundo moderno sucede un fenómeno especial: Los monos niños no solo copian y aceptan lo que ven de los monos padres, sino sobre todo lo que reciben del mono permanente, el que les enseña mediante imágenes todo el día, todos los días, cuando el mono padre y la mona madre están y también cuando no están: La televisión.
Los niños (y los hombres ingénuos, los desprovistos de ideología), darán por cierto el mensaje visual, lo que ven por la ventana permanente al mundo nuevo, desconocido que es la tele. Lo harán así obedeciendo al impulso atávico, genético, impreso desde nuestra época de protohombres: lo que veo es lo que es.
Tengo una anécdota que lo ilustra suficientemente: Cuando mis hijos eran niñitos yo les contaba que en mi época la tele era en blanco y negro, no tenía color. Entonces me preguntaban como se veía entonces el mundo, porque para ellos la tele representaba o comunicaba el mundo tal cual es, era la verdad, así que suponían, con mucha lógica, que si la tele era en blanco y negro en mi época el mundo real también debía haber sido en blanco y negro.
Supongo que alguno estará pensando que yo planteo las cosas como si algunos fueramos seres superiores y los otros (que vienen a ser los que no piensan como uno) simples chimpances con ropa, criaturas toscas e inferiores. Bueno, a veces lo pienso, pero mi ideología me dice entonces que soy boludo como un mono y que en realidad TODOS, ellos y yo, hacemos cosas como hombres y cosas como chimpances, sencillamente porque eso somos, una maravillosa e infernal creación tremendamente imperfecta y complicada.
En el mundo moderno ha surgido un fenómeno nuevo: Como aceptamos el mensaje visual interpósita tele, a algunos monos malvados se les ha ocurrido mostrarnos el mundo que les conviene que veamos, sabiendo que lo daremos por cierto, porque lo vimos; nos muestran una guerra de Irak, unos piquetes de la abundancia, una muerte de Costequi y Santillan y un golpe a Chavez que no tienen nada que ver con la verdad. Es como si un mono vivo nos dejara unas nueces cerca como si fueran todas las nueces mientras él se empacha de nueces cerca de allí, sin que lo veamos.

3) La aparición del lenguaje

Y al final fué el verbo.
Y el verbo es una adquisición reciente. Aún se encuentra en proceso de afianzamiento genético, nos cuesta comunicarnos, a todos nos ha pasado que explicamos algo y no nos entienden o nos explican algo y no lo entendemos, o que sabemos (o creemos saber) que tenemos razón en algo pero no encontramos los argumentos para rebatir la crítica a ese algo. ¡Ah, pero como cambia si lo dice un orador, que domina los gestos, las inflexiones, los golpes de efecto! Como cuando Lilita mira para un lado y mira para el otro y nos descerraja una boludez demencial de las suyas pero que resulta mas convincente que si leemos lo que dijo, porque sus ojos desorbitados y sus gestos casi nos convencen de la debacle inminente.
Y eso está haciendo la tele. Todo el tiempo. Nos parece espiar a esos grupos de eruditos, como el dotor Mariano o Nelson Casto o la momia Mirtha o el inocente muchachito Tinelli y sus troupes, que igual que las propagandas modernas no miran al espectador (¿notaron eso?), sino a alguien al costado, con lo que recibimos el lenguaje visual y gestual, el más válido, reforzado ahora con palabras y de tal manera que parece que les espiamos el conocimiento como un monito que aprende como romper nueces con una piedra, no porque nos adoctrinan, sino porque somos hábiles. Y volviendo a las propagandas, ¿ustedes creen que el viraje es inocente? me refiero al cambio de la mecánica de hablar a los ojos del espectador a la mecánica de dirigirse a alguien que está a nuestra izquierda (casi nunca a la derecha, eso no se porqué). Bueno, no lo crean, no es inocente, ya veremos alguito de las disciplinas científicas puestas al servicio del dominio mental, para vendernos desodorantes o para que apoyemos una guerra.
Y hablando de verbo, por ahora me callo, voy a ver si la próxima les subo un video mío donde les comento el resto, porque no hay como el mensaje visual.

5 comentarios:

Javier dijo...

Yo creo que el momento donde mas nos vemos intrínsicamente como monos es en el comportamiento que asumimos los seres humanos cuando estamos dentro de una masa , por ejemlo el comportamiento de una hinchada de fútbol exaltada para mi no difiere casi en nada de los gorilas o chimpancés , y nos acerca mas que nada a nuestro verdadero origen . A propósito de ñla TV presentándonos expertos que nos aleccionan , me tiene podrido los constitucionalistas que se creen que no sabemos leer y le agradezco a Anibal Frenandez dejar en mi mente la idea de que constitucionalista es quien toma el tren en constitución .

Unknown dijo...

Alguien escribió qeu somo monos de imitación... bueh, somo animales y mamíferos, y como casi todos ellos seguimos a un líder en una manada sin pensar por qué,pues vamos seguros en yunta.

Si nos ponemos a pensar, cagamos!!!

Anónimo dijo...

Estimado 68 y..
Como Ud. señala, siempre es agradable encontrar expresado por otro lo que uno piensa y siente. Tiene razón, cada uno se mira en el espejo que mejor lo refleja, lo que sucede es que en estos tiempos es muy difícil para algunos -Ud., yo, y algunos cuantos mas- encontrar el espejo adecuado, por eso se valoran más las pocas oportunidades como esta que Ud. nos propone.
Cuando Ud. se/nos describe como personas con ideología consciente, aquella que nos mantiene al margen, o a salvo, del pensamiento único o poder controlador de los medios, también está definiendo a una sub-especie bastante devaluada actualmente, lo que implica no pocas dificultades pues se nos señala como “oficialistas”, termino estigmatizante por estos días, y eso hace bastante difícil la convivencia diaria hasta el punto de obligarnos a ir replegandonos en nuestra vida social (incluso familiar) para no chocar todo el tiempo por nuestras convicciones. Por eso es grato , y también cómodo, encontrar alguien que ponga en claro la cantidad de pensamientos, sensaciones, convicciones, que uno sabe que tiene pero que a veces es tan difícil de ordenar.
Me parece muy acertado el enfoque, digamos, antropológico, (creo) con que Ud. a enfocado el asunto, también la gran influencia que lo visual y gestual tiene en estos tiempos sobre la formación de las conductas sociales, y quisiera contribuir a modo de aporte con una recomendación para quienes lean estas lineas. Recomiendo ver un documental que se llama “El siglo del individualismo”, la verdad que yo lo vi hace ya tiempo y ayer lo estuve mirando de nuevo y es muy bueno para comprender aun mejor la linea argumental propuesta por Ud. de como los humanos perciben la realidad y como, a principios del siglo pasado, ya los yanquis aprendieron a crear esa realidad y manejar a las masas.
El documental esta disponible en muchas paginas de internet, yo los vi y los bajé de aquí:

MAQUINAS DE FELICIDAD
http://www.vimeo.com/6104154

LA INGENIERIA DEL CONSENTIMIENTO 2/4
http://www.vimeo.com/6109536

HAY UN POLICIA DENTRO DE NUESTRAS CABEZAS ¾
http://www.vimeo.com/6111271

8 PERSONAS CATANDO VINO EN KETTERING 4/4
http://www.vimeo.com/6114570

Un saludo y gracias por sus notas
Daniel

68 y contando (y van 75) dijo...

Amigo Daniel: Muy agradecido por su aporte, los videos son muy esclarecedores y gran parte de la información la desconocía. En unos días irá la próxima entrada donde habrá algo mas sobre esto. Saludos

68 y contando (y van 75) dijo...

Javier: Anibal es sumamente ingenioso y humorístico, y es algo que se agradece, hace bien en medio de la lucha ideológica.
Coronel: La macana es que un montón de monos andan siguiendo líderes de manada que creo que son empleados del zoológico disfrazados de monos!