viernes, 18 de junio de 2010

Te cuento un cuento (VII)




Cartas en una botella

En la muy cristiana villa de Valladolid, a los veinte días del mes de mayo, en el año del señor de mil quinientos seis, yo, Cristóforo Colombo, hago enterrar esta carta en una botella para las generaciones venideras.
He creido necesario que la Historia rectifique algún día todas esas paparruchadas que se dicen por estos reinos acerca de que yo no supe que había descubierto un nuevo continente. No puedo hacerlo en vida (que según siento ya se me termina) por lo mismo que no pude decir que ese era el objetivo de mi viaje hace catorce años.
¿Sabéis acaso vosotros lo que es lidiar con estos gallegos? Y les digo gallegos porque son lo bruto, hombre, y si este pueblo no cambia, acordaos que un día asi les dirán a todos los habitantes de esta península.
Ya bastante me costó convencerlos de la redondez de la tierra, para lo cual debí poner los huevos sobre la mesa, como para arriesgarme a convencerlos también que había ahí un continente. .
Yo soy, ante todo, un conductor de hombres.
Y cualquier conductor sabe que nadie mas que él debe conocer sus objetivos.
A los que vienen detrás solo puede arreárselos si se les da seguridad. Ellos no necesitan la verdad, mas bien parece que la aborrecen.
Nada los motiva mejor que una mentira bien dicha. Algún dia esto será una profesión, creo yo, y dado que se refiere a la conducción de la polis hasta me parece que deberían llamarse políticos.Bueno, no sé, eso lo decidirán las futuras generaciones.
Volviendo a nuestro asunto, ¿Que corno sabía yo si en esas lejanas tierras habría algo de valor? En las sagas de los vikingos que cuentan los marineros borrachos en las tabernas del puerto sólo se hablaba de uvas silvestres. ¿Creéis por ventura que le sacaría yo al tacaño de Medinasidonia un sólo duro para ir a buscar uvas? ¡Si tuve que arrancarle o poco menos los mugrosos collares a la Reina, y eso que le prometí la canela y el clavo de olor y todo lo que pudiera hacer rendir a esa gorda golosa!
¡Y no os cuento lo que fue comandar esa cáfila de badulaques, gitanos presos por vender cosas robadas y demás resaca de la gloriosa Reconquista que me proveyeron por tripulación!
Decid que cada vez que se me encabritaban les tiraba un pedazo de madera al agua para que la descubriera Rodrigo, o les soltaba alguna de las palomas que llevaba escondidas en mi camarote, que de lo contrarío, minga que se hubiera llegado a descubrir nada,¡Voto a bríos!
Bueno hijos míos, generaciones por venir, poco me queda ya por decir.Se que puedo confiar en vosotros porque la humanidad mejora generación tras generación, porque esa es la voluntad de nuestro señor.
Solo me resta decir que no debéis creer al cuentero de Américo Vespucío, vil aventurero ai servicio de Portugal (como era yo antes, pero en fin, de algo había que vivir), que anda diciendo que tocó la tierra firme antes que yo.
Y a vosotros, los habitantes de mi nuevo continente, os suplico que le dejéis de llamar Indias y le pongáis un nombre en mi honor. ¿Que os parece Colonia?¿Os gustaría ser Colonia? Si, decididamente, creo que tenéis vocación de Colonia.
Dios os recoja en su seno como os recogí yo y toda Híspania

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Yo, escribano mayor del Rey, a los ocho días de marzo de mil ochocientos diez, declaro que habiéndose desenterrado esta botella decidí dar parte a Su Majestad sobre el contenido.
Reunido el Cabildo de la muy ilustre villa de Valladolid no pudo establecerse quién es Su Majestad El Rey. Si es el padre, o el hijo, o Napoleón, o la Junta, por lo que decidí volver a ponerla donde estaba. Dios guarde al Rey, quienquiera que éste sea.
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Yo, Ramiro Salvatierra, nativo del Ferrol y Sargento del invencible ejército del Generalísimo Francisco Franco, declaro que creo que estas cartas halladas en una botella son una falsificación anarcosindicalista para desacreditar a nuestra gloriosa España, por lo que dispongo fusilar al campesino que dice haberla encontrado y enterrar a ambos en el mismo sitio, para ejemplo de aquellos que luchan contra la santa relijión(tachado) religión. 1938.
Pd: Con ambos quise decir la botella y el campesino.Hay dos cuerpos por un error de interpretación.¡Coño, que debe uno estar en todo!
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Paco: Acá te envío unas cartas que aparecieron en una botella cuando preparábamos el jardín de la posada para hacerla hospedaje de turistas alemanes.
Ve tú si se pueden hacer algunas pesetas con ellas, sobre todo la de Colón, ya que es vieja, por lo que poco importa sí es verdadera o no, lo viejo se cotiza bien.
Y si tienes algún sudaca ilegal que no sea ladrón mándamelo, que ando necesitando mano de obra barata
Valladolid, 25/09/2009

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aplausos!!SP

Diamantina dijo...

Me encantó

Diego Quiles dijo...

muy bueno.

siga nomás 68 y contando.

68 y contando (y van 75) dijo...

Gracias a todos, son muy amables