miércoles, 5 de junio de 2013

Federico García Lorca


El 5 de Junio de 1898 nacía Federico García Lorca.
En Agosto de 1936 fué fusilado por las hordas franquistas, como parte del asesinato de la España republicana. Eso nos permite (les permite sobre todo a los gallegos) disfrutar hoy de su majestad Juan Carlos, de Rajoy y hasta de Felipe Gonzalez, que viene a ser un Binner gallego, igual de reaccionario pero menos opa.
No pudieron matar su poesía, desde luego y aquí van dos ejemplos.Los primeros versos lloran la muerte de un torero que supongo que sería el mismo Ignacio Sanchez Mejías al que le dedicó con nombre otra magnífica poesía, La Sangre derramada. Y lo lloran, ambas, con una intensidad que parece mas allá del pesar de un amigo.
La segunda poesía es quizás la mas famosa, aquella de "y yo me la llevé al río...".
Como sabemos Federico era homosexual.Pero los versos que dedicó amorosamente -o sexualmente- tanto a hombres como a mujeres demuestran que poeticamente era ambidiestro.

Que lo disfruten

La cogida y la muerte

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!


La casada infiel

Y que yo me la lleve al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua me
sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la lleve del río.
Con el aire se batían las
espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un genio total. Nunca se me habia cruzado por la mente lo de Ignacio SM. Y lo que nunca dejara de sorprenderme es lo de los cuatro corpinos...SP

68 y contando (y van 75) dijo...

SP: Es una suposición mía respaldada en que es una suposición mía.
Lo de los cuatro corpiños es una demostración de lo exageradas que son las gallegas (hablando en serio no tengo idea de lo que significa)