miércoles, 30 de marzo de 2011

Pensándolo bien....(I)







Introducción, consideraciones preliminares o boludeo inicial




Desde hace demasiado tiempo vivimos demasiado ensorbecidos con definir como aguantamos el hoy en vez de pensar como pretendemos hacer el mañana.
Eso implica utilizar incontables energías en responder los dichos de Lilita o analizar lo que dice Morales Solá y eso está bien y es necesario, pero siento que no se destina suficiente atención a masticar las razones que constituyeron el hoy y las estrategias para construir el mañana.
O sea, a boludear sobre la razón histórica de las cosas y las apetencias sobre el mañana y las políticas para lograrlo.
Cuando se analizan así las cosas uno suele perder un montón de amigos porque se hace evidente que pensamos de manera diametralmente distinta en montones de aspectos, cosa que en el fondo sabemos pero que a veces se disimula en la diaria.
En concreto, yo disiento con montones de posturas de montones de blogs de este espacio que supone cierta concordancia de ideas, hasta el punto de preguntarme ¿que está diciendo este pelotudo?.
Y lo mismo le pasa a los demás conmigo, a no dudarlo (en realidad no lo dudo porque tengo evidencias).
Sea como sea he decidido iniciar esta nueva sección que irá desgranando diferentes aspectos de nuestra realidad actual y proponiendo conductas hacia adelante en relación a ésta.
No sé si pueda servir de algo, ( en una de esas Cristina me lee mientras toma mate y le resulta útil) pero siento que me servirá a mi.
Cada entrada intentará analizar un aspecto puntual, cosa difícil porque como dice la filosofía pelotuda (que a veces acierta) todo tiene que ver con todo.
Listo. Escribir un introito es facilongo; veremos como sigue el asunto, pero no será hoy.
Fiaca o muerte, venceremos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero con muchas ganas el siguiente post de esta nueva entrada, y espero que sean muchos más.
Creo que esta de más (me retracto, nunca nada esta de más) decir que comparto, como seguramente muchos alguna vez, esa sensación de que ahondar demasiado en muchos temas, aún en los mas simples y aparentemente inocentes, es casi por seguro una excelente forma de amargarse el día a uno mismo y a su interlocutor.
Hasta hace no mucho tiempo pensaba que lo que hacía chocante un mensaje, un tema, un diálogo, era solamente la forma de comunicarse de una persona. Esa típica persona que sin justificación sube progresivamente el tono de voz, o que grita y repite el gran dogma como si eso lo fuera a hacer indiscutible, o que murmura insultos (o quien sabe que rito satánico) mientras el contrario habla o, y acá más de uno se sentirá tocado, el que se niega absolutamente a abandonar una "simple charla" hasta no asegurarse de que el otro le de la razón.
Pues, debo decirles que me equivoque. O algo así.
En realidad, esas malas formas de comunicación están, existen y son el principal problema de que una amistosa charla termine como el final de una partida de TEG: a los grandes puteríos, todos peleados con todos (Que decir, una escena de asegurado éxito en los tabloides berretas que saturan la televisión actual). PERO no son el único problema.
Como todos, presumo, conocemos ese típico personaje chocante (y porque no decirlo, todos nos identificamos con alguna de sus características), también conocemos a su opuesto. Esa persona de carácter afable, tranquila, que nunca dice nada que incomoda a nadie. En fin, el típico políticamente correcto 24/7. Vamos, que por lo menos a uno tienen que conocer.
La revelación me ocurrió cuando esta persona hizo lo menos esperable: se internalizó en temas políticos (chan chan chaaan).
[SIGUE...]

Anónimo dijo...

[...CONTINUA]
Como ya escribí mucho voy a redondear la idea. Esta persona perdió esa capacidad de nunca caerle mal a nadie. La afabilidad no la perdió, pero ya no era lo mismo charlar con ella. Lo que pasó en el medio fue que la tranquilidad del discurso chocaba con el contenido. ¿Como se puede decir tranquilamente que el diario de cabecera, el de siempre, el de toda la vida, el "Los Andes" mendocino, era un terrible antro de manipulación de ideas con el que se moldeaba la tendencia general de la "opinión de la gente"? ¿Que tan fácil puede llegar a ser, para alguien que toda la vida confió en esa información, decirle que toda la vida te metieron ideas que creíste tuyas? Difícil che, no me digan que no.

En fin, como conclusión a tanta letra, las personas pueden ser chocantes por como dicen las cosas (Pino), pero también pueden ser chocantes por el contenido mismo de lo que dicen (Sal Lari). Y aún más, pueden ser chocantes por la suma de todo lo anterior más el plus de que toda crítica no tiene una “idea remplazo” (PO, troskistas, minorias universitarias, la agrupación de mi facu que pelean con garras y dientes porque el almuerzo siga costando $3 [a quien le quitan la diferencia entre los $15 reales y esos $3? de donde sale la plata? porque exigen comida a 3 mangos si, mínimo, pueden pagar $7 por ella? COMO LO LOGRARON IMPONER?!]).
Hay muchas formas de hacer que un mensaje no sea transmitido como uno quisiera, y el gran problema es que muchas veces el mensaje mismo es el problema.
Haga ruido, cree debate. Se me ocurren muchísimos temas "para pensar" pero quiero ver cual es el detonante inicial suyo, el padre de todas las incomodidades. Mientras tanto, espero.

PD: espero esto compense el haber pospuesto tanto tiempo una respuesta. Es que me la hace muy difícil! Demasiada seriedad, y la edad no ayuda ;)

Saludos. Fiorde.

68 y contando (y van 75) dijo...

Fiorde: Recién veo mi correo, ando atareado en hacer fiaca y un poco enfermo, pero retomaré en breve. Sin embargo no te ilusiones demasiado con la profundidad de mis prometidas entradas, aunque haré lo mejor que pueda. Saludos