miércoles, 14 de abril de 2010

La inflación me tiene inflado (VIII)

Bien. Ahora solo queda que los ignaros ciudadanos comunes que somos emitamos nuestra hipótesis-veredicto.
Si se recorren todas las teorías sobre la inflación podrán notar lo siguiente:
No existe ningun factor material, físico o natural que determine la inflación. Son siempre Descripciones de conductas humanas. Sin embargo los economistas nos hablan de lo que en realidad no son sino probabilidades estadísticas de conductas humanas que supuestamente originan el fenómeno, como si fueran leyes físicas inmutables e insalvables. Allí radica lo peor de su idiotez, superando a su idiotez de segundo escalón, que es la explicación en sí misma. Porque las conductas humanas variarán de país en país, de tiempo en tiempo y serán susceptibles de ser conducidas, anuladas, corregidas o aumentadas por diferentes actores sociales.
Cuando nos dicen que la demanda aumentó (no importa aquí la causa), afirman que se produce una presión al alza sobre el precio. ¿Que obliga al ofertante a responder a la presión? ¿Si hasta ese momento se consideraba satisfecho con un precio inferior; porque debería elevarlo ahora?¿Qué lo obliga? Solamente lo obliga su avaricia ( Diferente es el caso en el demandante. Casi siempre lo obliga la necesidad, solo en muy contados casos puede decidir con libertad, sea consumidor final u otro capitalista ). Y su avaricia no es ninguna ley. Depende de lo que el grupo o toda la sociedad consideren ético.
El problema de la tasa de ganancia y su licitud moral es en realidad tan antiguo como la aparición del dinero, es decir es preexistente a la aparición del capital.
La iglesia católica, el gran dominador del medioevo, se interrogó incluso si era lícita su misma existencia. Y para el caso de los préstamos dictaminó que el interés era inmoral. Ella y el Islam prohibieron la actividad de los prestamistas. La iglesia se basó en Lucas 6:35 "Jesús dijo presta libremente, sin esperar nada a cambio". (Bueno, no sé si se basó precisamente en esto, pero esa es la idea, diría el Chapulín)
Fué debido a ello que los judíos, que estaban exceptuados (Deuteronomio 23:20-21: “No obligues a tu hermano a pagar interés, ya se trate de un préstamo de dinero, de víveres, o de cualquier otra cosa que pueda producir interés. Podrás prestar a interés al extranjero, pero no a tu compatriota, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas sus empresas, en la tierra de la que vas a tomar posesión” ) se convirtieron en los banqueros del mundo cristiano.
Y les fué tan bien que los cristianos no se lo perdonan hasta hoy.
Con el tiempo la iglesia progresó y hasta tuvo banco propio, con mafiosos y todo (Logia P2) como cualquier capitalista. Pero en el principio era el verbo, y el verbo decía " Eclesiástes (27:2) : "Como un clavo se encaja entre las grietas de las piedras, así se encaja el pecado entre el comprar y el vender". Después se apioló que sin mercaderes no conseguiría ni rosarios en oferta y empezó a filosofar sobre que sería un precio justo y una ganancia justa y llegó a la conclusión (hoy sospecharíamos que por conveniencia) primero que era justa solo la ganancia que permitiera vivir razonablemente al ganancioso. Claro que eso de "que permitiera vivir razonablemente" es medio flojo, porque un Medici, por ejemplo, para eso requería un palacio, 20 criados y a Leonardo decorándole el techo del baño.
Finalmente concluyó mas tarde que la ganancia justa era el precio que el mercado acepta en condiciones normales.
Y aquí queríamos llegar. Aún aceptando la ganancia como algo moralmente lícito, lo increible es que se acepte que el precio justo y la ganancia justa es el máximo que se pueda conseguir, no el que "el mercado acepta en condiciones normales" sino cualquiera, el máximo, y todavía mas, si eso es posible. Y es posible aumentando despacito y continuadamente (o no tan despacito, ultimamente) los precios aunque no haya otra causa que esa, la que indica que es moral, que es "piola" romperle el culo al comprador. Y la desgracia es que la sociedad (nuestra sociedad) lo acepta y lo practica ella misma en toda oportunidad que puede, porque la moral del capital (o sea la inmoralidad) ha sido impuesta y aceptada.

Séneca, 65 d. C.):“No hay remedio allí donde se convierte en hábito aquello que fue considerado defecto”.

Y esto explica también porque nuestros "modos de inflación" son diferentes a otros. Es porque nuestra burguesía fué mal parida y es un ejemplo de clase prebendaria, especulativa, cipaya e inhumana. Por eso nuestra presión inflacionaria mínima mensual se parece tanto a la anual de otros: sencillamente los nuestros son 10 veces mas chorros. Y si no observen las economías "desarrolladas", donde algunas viven con déficits de 8, 10 % del PBI, emisión galopante, déficit comercial, deuda del 60, 70, 80 % del PBI, todas las causas que según nuestros Kachanovskis provocan nuestra inflación, y resulta que tienen inflaciones del 2 a 4 % anual.
De allí que son imprescindibles dos cosas:
1) Moreno y mas Moreno (porque se cree si no que lo odian tanto) porque ese método es el único válido para sujetar la avaricia que ya no es pecado (o sí, pero les importa un huevo). Y el método consiste en apretarles el parietal contra las baldosas, no hay otro. Claro que Moreno corregido y aumentado.
2) Ley de abastecimiento que de al estado autoridad para fijar precios máximos, revisar estructuras de costo, fijar márgenes, penar la especulación y el desabastecimiento y meter en cana a los violadores (que rompen culos con precios en este caso, a diferencia de los señores obispos). Espero que el siguiente período hasta el 2020 de este tibio movimiento que es el Kirschnerismo sea el de la justicia distributiva (así lo prometió Néstor, y yo le quiero creer) y se apruebe esta ley, junto con la de impuesto a la renta financiera, el reordenamiento y control del sector bancario y otras muchas. Será justicia.

PD: Como siempre que se generaliza se pueden cometer errores. Por ejemplo, no todos nuestros capitalistas son unos chorros desaforados. APyME por ejemplo es un grupo empresario contrario a las generales de la ley, puesto que parecen tener concepciones altruístas a diferencia de AEA, UIA y demás quejidos empresarios.
Esto iba a terminar aquí. Pero resulta que mientras escribía los temas crecían, crecían, crecían, así que todavía queda un poquito y lo que empezó como epílogo solo resulto el prólogo del epílogo. Cosas de la inflación

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La culpa es de los Judíos" (No había entendido nada el loco, je je)