Cada conocimiento que me daban por cierto fue reemplazado por otro al tiempo. Los continentes fijos pasaron a ser móviles. El éter renació en la materia oscura. Rivadavia antes era bueno, ahora es malo. ¡El saber humano es tan amplio, contradictorio y cambiante! Hubiera querido ser un sabio pero hoy sólo me siento un SABIO EN IGNORANCIA, y cada vez más sabio en ignorancia a medida que el tiempo pasa. Así que si digo pavadas es porque el libreto es enorme y me lo cambian a cada rato, por eso..
viernes, 12 de octubre de 2012
12 de Octubre
Entonces unos lo conmemoran.Otros dicen que nada hay para festejar (confunden conmemorar con festejar).Unos, que llegó la civilización. Otros, que llegó la barbarie.Otros no tienen la mas puta idea de qué es esta fecha.
Para todos y todas, un poemaso sobre América y dejemos de discutir.
Con ustedes Pablo Neruda
Amor América
Antes que la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales:
fueron las cordilleras, en cuya onda raída
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o sílice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo recordarlas después:
el viento las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayó una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.
Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despeñadas
de la sombría paz venezolana,
te busqué, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobre,
oh tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.
Yo, incásico del légamo,
toqué la piedra y dije:
Quién me espera? Y apreté la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.
Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.
¿Que talco?
Les van a dar el Premio Nobel de la Paz cómo a Mohamed Al Baradei...
ResponderEliminarProfe: Puedo agregar: o como a la Union Europea (ejemplos que demuestran que los Suecos le dan duro al Aquavit)
ResponderEliminarJosé María: Lo visitaré, aunque non capisco niente de portugués.
Saludos